Los procedimientos quirúrgicos siempre tienen sus riesgos, pero elegir un médico no tiene que ser algo arriesgado. Esto es especialmente importante cuando planea hacerse una rinoplastia. Hay pocas partes del cuerpo que son más prominentes y visibles. La nariz también es extremadamente frágil. En consecuencia, un médico poco capacitado y con poca experiencia puede comprometer fácilmente la nariz, tanto cosmética como estructuralmente.
Es por esta razón que muchas de las rinoplastias realizadas cada año son revisiones para corregir una operación previa.
Para conseguir al cirujano adecuado para usted y obtener el resultado deseado, hay varias cosas a tener en cuenta:

- ¿Está certificado por el consejo médico en el área donde desea que se realice la cirugía?
- Mire algunas fotos de antes y después de lo que el cirujano ha hecho por otros pacientes. ¿Son sus resultados similares a lo que le gustaría ver en su rostro?
- Hable con pacientes anteriores o lea algunos testimonios. ¿Cómo fueron sus experiencias?
- Programe una consulta. Asegúrese de que el cirujano escuche sus ideas. Si están de acuerdo con lo que él o ella piensa, ¿eres un buen candidato?
El Dr. Daraei tiene las credenciales, la experiencia y la capacitación especializada.
Un cirujano plástico no es lo mismo que un cirujano plástico. La mayoría de los médicos con licencia pueden realizar cirugía estética, incluso con poca capacitación. Pero para ser un cirujano plástico, el médico debe estar certificado por la Junta Americana de Cirugía Plástica.
Él cree que las relaciones son importantes en la cirugía plástica, porque las opciones son muy personales. Aunque muchos consideran que es la opción correcta para ellos, todavía hay un proceso para aprender sobre los procedimientos disponibles. Durante la consulta inicial, se esfuerza por proporcionar la información necesaria en un ambiente relajado para que el paciente se sienta lo suficientemente cómodo como para ser sincero y abierto con sus preguntas e ideas. Se utilizarán imágenes por computadora para ayudar a los pacientes a «probar» el procedimiento y ver cómo se verán los posibles cambios. El objetivo siempre es establecer una relación de confianza desde el principio para permitir una comunicación abierta para lograr los resultados deseados.